Proyecto

Fundamentación

Nos propusimos revisar nuestra ciudad, recorriendo su historia, su contexto y sus actores.

Surgió entonces la inquietud de trabajar con niños, adolescentes y jóvenes etapas vitales entre la infancia y la adultez que se encuentran marcadas por altos grados de sensibilidad, estrés, ansiedad, exposición a hechos violentos, entre ellos el bullying. Etapas en la que se va imponiendo la realización de elecciones y toma de decisiones que irán dando forma a su proyecto de vida.

Los niños comienzan a vivir un proceso de transformación en su evolución madurativa, transitando por profundos cambios socioculturales y por la partida de la escuela, a la que se sienten que pertenecen, donde transcurrió su niñez y fueron aprendiendo a convivir, creando vínculos con compañeros y docentes.

Egresan del primer ciclo y siguen estudiando en la misma o en distintas escuelas del barrio o barrios cercanos, algunos del centro y otros en diversas localidades. Muchos de ellos, se ven envueltos en problemas de violencia que se generan con sus pares y a temprana edad comienzan con conductas de riesgo, debido a las presiones de sus grupos y a la tolerancia social hacia el consumo. Se suma a esto, la existencia de un modelo de resolución de los problemas a través de la obtención y consumo de diversos objetos y sustancias como alternativas de socialización exitosa.

El creciente consumismo, los medios masivos de comunicación, el bombardeo incesante de publicidades en la vía pública, generan ansiedad y hábitos de consumo que cuando no se logran saciar con la tecnología u otros elementos, se empieza a consumir sustancias. Al principio serán las sustancias adictivas legales para luego saltar a otros tipos de sustancias.

Es preocupante para los padres y docentes esta situación de vulnerabilidad y riesgos a los que están expuestos los niños/as, adolescentes y jóvenes debido a la inestabilidad de los mismos, en busca de un continente estable que, al no encontrarlo en los adultos, lo buscan en la vida grupal, donde es posible que proyecten partes de sí mismo, asumiendo además roles y ocupando su tiempo libre con su grupo de pares.

Pero también es altamente comprometedor para nosotros desarrollar un proyecto promoviendo la prevención y asistencia hacia los niños/as, adolescentes y jóvenes, que garantice la ayuda para que puedan afianzar el sentimiento de seguridad, pertenencia y confianza necesaria y así encontrar juntos una nueva manera de vivir.

La tarea no es sencilla, pero como educadores, profesionales, pastores y líderes creemos que nuestro rol es acompañar para una vida más sana y pacífica, mediante la prevención del riesgo y del fortalecimiento de factores protectores, que favorezcan el desarrollo de resiliencia, reduciendo así las posibilidades de consumo de sustancias adictivas.

Y así también brindar el apoyo necesario para cambiar las vidas de aquellos que están envueltos en la terrible realidad del consumo de sustancias adictivas.

Desde nuestro lugar, sabiendo que somos parte activa de esta sociedad, nos proponemos a trabajar en estas áreas.

Sobre la base de esta fundamentación hemos planteado los siguientes objetivos:

Propósitos:

  • Abrir una ventana a través de la cual se llegue a conocer que el problema de las adicciones también radica en el ámbito espiritual.
  • Identificar los factores protectores psicosociales asociados a la prevención del uso indebido de sustancias adictivas.
  • Proporcionar estrategias para que los niños, adolescentes y jóvenes puedan decidir adecuadamente ante la posibilidad del uso indebido de sustancias adictivas.
  • Brindar asistencia, restauración y esperanza.
  • Lograr la reinserción del individuo siendo protagonista responsable dentro del lugar que ocupe en la sociedad.

Objetivos

  • Comprender que es posible lograr el cambio.
  • Emprender el camino que lleva hacia una nueva vida.
  • Reconocer que nadie está exento de verse involucrado en esta problemática.
  • Restaurar vínculos y relaciones perdidas.
  • Lograr el vínculo con Jesucristo quien puede salvar y restaurar.
  • Asumir el rol de testimonios vivos y actores principales.
  • Acompañar en la restauración de otros que estén atravesando las mismas problemáticas.
  • Forjar herramientas para restablecer la confianza en uno mismo y en los demás.
  • Realizar autodiagnósticos detallados.
  • Formar parte de los encuentros grupales.
  • Involucrar a la familia en el acompañamiento y restauración.